Kevin Murillo: de profesor a auxiliar y juez de boccia

Se disputó final nacional en Cali

Última actualización: miércoles, noviembre 22 de 2017
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Kevin Murillo es un joven que sigue demostrando que en la vida no hay obstáculos para nada, tiene parálisis cerebral en el miembro superior e inferior derecho, sin embargo, estudia, es profesor y juez de boccia; un verdadero ejemplo de superación.

Autoría: Prensa Coldeportes

Empezó jugando fútbol, ahora estudia entrenamiento deportivo y estando allí se enteró de este deporte para personas en situación de discapacidad: "Empecé a practicarlo y lo aprendí muy bien, ahora soy profesor, auxiliar y juez de Boccia", comentó este joven de la ciudad de Medellín.
Kevin asegura que el boccia ha venido creciendo en los últimos años pues antes nadie lo entrenaba; sin embargo, en los últimos años hay más gente practicando y sobre todo niños que van a permitir que haya en un futuro buenos competidores. Su mayor alegría es ver triunfando a sus muchachos, además de la inclusión que tiene esta disciplina. "Para mi es una satisfacción ver cómo se divierten, ver que hacen las cosas que yo les enseño porque a los niños de esta población no los tenían en cuenta para nada. Ahora ellos, además de estudiar y rendir, practican la actividad deportiva", agregó. Este deporte le ha permitido corregir muchas cosas a los deportistas, según nos explica Murillo: "He visto la evolución de varios deportistas gracias al boccia. Los médicos han visto progreso en muchos aspectos, como la posición de sus cuerpos; eso es algo satisfactorio". No es fáciul ser juez de este deporte ni mucho menos profesor, pues hay que saber llevarlos, enseñar y explicar, no solo es lanzar y ya. "Uno como juez tiene que saber expresarse y así ellos se van a gozar el juego, lo van a disfrutar; que al final es lo más importante. Ellos anímicamente se levantan pensando en que deben ir a entrenar y es una felicidad. Hay deportistas que están enfermos y quieren ir a entrenar así, es su anhelo y por eso hay que saber guiarlos", añadió. Madruga todos los días a las 5:00 a.m. a entrenar a los de boccia, luego se va a jugar fútbol y por la noche va a estudiar, tiene una jornada maratónica pero lo disfruta: "Quiero demostrar que soy capaz de hacer las cosas y que las puedo hacer hasta mejor que los demás", finalizó Kevin.

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