jueves, 18 de octubre de 2012
Juegos Nacionales
Prensa Coldeportes
Los Juegos Nacionales que cada cuatro años se realizan en Colombia se escribirán a partir de hoy con una exótica e inédita historia, que abre un nuevo capítulo en los 84 años de leyendas. Es una historia salida de las entrañas de la mitología griega que se trasladó a Colombia después de dos mil setecientos años, la edad de los Juegos Olímpicos de la antigüedad.
Depositó las astillas en un trozo de madera y lo trasladó al centro de la plaza del campanario en Naubsímake rodeado por 300 Arhuacos de todas las edades y encabezados por el cabildo gobernador Rogelio Mejía y la máxima autoridad integrada por otros cinco cabildos.
Otros tres Mamos, los únicos que pueden acercarse a las nieves perpetuas de la Sierra Nevada de Santa Marta porque sus creencias y su sabiduría se lo permiten, rodearon el trozo de madera y con sendas invocaciones y un poco de aire, el fuego apareció, iluminado con una extraña magia que cobijó el lugar sagrado con un manto de historia, leyenda y alborozo.
Nadie pronunció palabra y luego, un coro de Arhuacos saludó el nacimiento del fuego: ¡Du?du ?Zano? que trasladado al español es saludo de bienvenida.
Iluminar los Juegos desde su inauguración hasta su clausura, cuando debe ser regresado a este lugar sagrado, porque el fuego es de la naturaleza y se le presta a la humanidad, para que después de su uso, regrese a las entrañas de la tierra en el mismo lugar donde fue creado?
?El fuego que hoy encendemos es un fuego transportable y debe acompañar una misión de bien para toda la humanidad a través de los Juegos Nacionales y no puede ser destinado para otros fines? dijo el mamo Kuncha, agregando que ?una vez cumplido su objetivo debe regresar al mismo sitio donde fue creado, por ser un elemento de la naturaleza y allí debe reposar?.
El encanto fue interrumpido súbitamente por el rotor de un helicóptero militar trayendo en sus entrañas la campeona olímpica Mariana Pajón, la comitiva de Coldeportes y de los Juegos Nacionales encabezada por Andres Botero y un grupo de periodistas.
Fueron más de siete horas de espera para que entre los oscuros nubarrones del cielo de la Sierra, apareciera el pájaro de acero como una señal de los Dioses de la Sierra otorgando licencia para que el fuego fuera recibido por los anfitriones de los Juegos Nacionales.
Y descendió Mariana con su bicicleta y Moisés Fuentes en su silla de ruedas cargado por expertos militares y voluntarios Arhuacos complacidos con la llegada de los héroes olímpicos.
El Gran Mamo recibió al Director de Coldeportes en la puerta de acceso a la ciudad sagrada y le entrego la antorcha encendida, invitándole a pisar su territorio sagrado.
Botero, Coldeportes, Juegos Nacionales, Comité Olímpico, gobernadores, alcaldes, también fueron cobijados por ese halo misterioso que envuelve quien pisa la Sierra, en medio de una fiesta de confraternidad, amistad, convivencia, paz unión con la madre naturaleza.
Botero escuchó el saludo del Mamo, del Cabildo Gobernador, de los cientos de arhuacos recogidos en silencio sepulcral cuando fue leído el significado del fuego, el compromiso de Colombia con la llama sagrada portada en una antorcha estilo cuerno de vaca.
Momento supremo para el deporte cuando la campeona olímpica Mariana Pajón, recibe la antorcha deportiva de manos del director de los Juegos Fabio Ramírez, e inicia el recorrido de este fuego por territorio colombianos, rodando sobre su bicicleta primero entre las piedras y los bohíos de Nabusímake en el primer relevo oficial, hasta entregarla a Moisés Fuentes.
Mariana como siempre, sonriente..
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