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De la angustia a la felicidad. Así se podría denominar la transformación de la que hoy es objeto el municipio de Ocaña, que pasó de ser zona de conflicto armado a sede de un certamen deportivo de connotación nacional como los Juegos Deportivos Sociales Comunitarios por la Paz y la Convivencia.

En Ocaña se respiraron vientos

Este jueves 8 de diciembre será de ahora en adelante, sin duda, una fecha para recordar. Fueron varios los triunfos de los ocañeros: sirvieron como anfitriones de las justas y celebraron el título general de las mismas.

De principio a fin los más de 1.500 deportistas que llegaron a esta región se sintieron acogidos. Disfrutaron de la programación, compartieron como hermanos y representaron a 43 municipios de seis departamentos. Deportes tradicionales y autóctonos se convirtieron en el mejor pretexto para sonreír. En conclusión, los dueños de casa se lucieron.

Así lo corroboró la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, quien tras 24 ediciones de los Juegos quedará en el recuerdo como la primera persona en su cargo en asistir al certamen.

"No había mejor municipio que Ocaña para recibir la paz. Me honra de gran manera saber que soy la primera directora de Coldeportes en asistir a los Juegos Deportivos Social Comunitarios por la Paz y la Convivencia", aseguró. (Escuchar audio)

Sus palabras dejaron entrever varios compromisos. "Me voy con un gran reto de traer más actividades para esta región porque vi el compromiso con el que trabajaron para que los Juegos fueran impecables. El año entrante realizaremos eventos de hábitos y estilos de vida saludable y en 2018 haremos una de las fases regionales del Programa Supérate Intercolegiados".

Entre banderas blancas, danzas culturales, sonrisas, abrazos y celebraciones, se bajó el telón de la edición 24 de las justas. Aprendizajes por doquier, compañerismo al por mayor y vientos de paz, inflaron los corazones de propios y visitantes en Ocaña, que ya le abrió las puertas a la reconciliación.