Ministerio del Deporte

Esa es la historia de Enrique Cárdenas, un señor de 75 años, perteneciente a la delegación del Caldas, que por una serie de sucesos tomó como filosofía de vida "seguir adelante sin que nada me pare". Hace 20 años don Enrique sufrió un accidente de tránsito que le cambió la historia por completo, un camión lo embistió cuando iba en su moto y perdió la pierna derecha. Después de su recuperación y por la falta de fe que según él no le tuvieron, su esposa lo abandonó y sus hijos se fueron. Pero esto no impidió que su alma de caldense se apagara y evitara luchar por su vida. A raíz de todo esto decidió motivarse por sí solo y comenzar a explotar su amor por la guitarra y la música de su tierra, fue así como logró vincularse con el pasar de los años a espacios para personas mayores, de ahí llegó al programa de Nuevo Comienzo de Coldeportes, el cual le ha dado la oportunidad de conocer más amigos, que lo apoyan día a día, y tener experiencias nuevas como conocer otras zonas del país. "Yo jamás había salido de Caldas, de por sí no conocía más sino Manizales y Villamaría, pero gracias a Coldeportes he podido hacer cosas que nunca en la vida imaginé, que tal vez por sí solo no hubiera hecho. A pesar de vivir solo, soy muy feliz con toda la gente que comparto y ahora con las nuevas amistades que he hecho acá", afirmó Enrique. Su sonrisa sigue demostrando al mundo el gran espíritu que tiene, para sus compañeros de aventura, como los define él, verlo hace que ellos también se motiven a seguir adelante y no dejar que nada los haga sentir mal, que así estén solos la vida es un regalo que deben valorar cada día. "Yo me conocí con Enrique en este viaje, nos hicimos buenos amigos e incluso ya compartimos tarima en la feria popular, ya que a los dos nos encanta la música de nuestra tierra y andamos con nuestras guitarras al hombro. Él es increíble, fuerte y es el que más nos hace movernos", comentó Simón Ospina, integrante del programa Nuevo Comienzo.

Y es que ese ánimo se ve reflejado en cada actividad que realiza y en cada comentario que hace. Su amor por la vida y por su tierra se desborda cada vez que habla, es un caldense de pura cepa y lo grita con todas sus fuerzas cada vez que dice: ¡Caldas mijo, Caldas Papá... Caldas papá, Caldas mijo!