Ministerio del Deporte

Hace 6 años, Sebastián Cabra Guzmán soñaba con jugar este deporte. Tan solo tenía 8 cuando arrancó con 7 compañeros más este sueño. Su mamá, María Eugenia Guzmán, la hincha número uno del equipo, ayudó en el proceso de convocar más niños en el deporte del balonmano en Envigado y Antioquia, cuenta cómo estos deportistas son ejemplo de resiliencia.

Los balonmanistas del Colombo Británico iniciaron como extracurricular con el profesor Nicolás Céspedes, un joven egresado del Colegio y jugador de la Liga. Al retirarse para continuar sus estudios en Francia, le dejó el legado a Diego Orrego quién continuó con el proceso de formación con los pequeños y obtuvo buenos resultados con el equipo: "ellos son unidos, hay solidaridad, hay valores, disciplina, respeto, inclusión", comenta la mamá de Sebastián.

Este año por primera vez el equipo del colegio Corazonista fue derrotado por ellos: "en 50 años no habían perdido un campeonato nacional y venimos por primera vez a Supérate a representar el departamento, somos triunfadores pese a que nosotros no contamos con cancha reglamentaria, nuestras condicones son distintas. Creo que nuestros hijos son unos titanes al llevarse el campeonato nacional a cuestas", resume María Eugenia.

Los otros colegios y equipos admiran el esfuerzo y motivación de la familia de balonmanistas, "los padres estamos comprometidos con los hijos, viajamos con ellos, vamos a todos los partidos, son nuestro orgullo y hacemos todo por ellos", agrega.

Para la progenitora de Sebastián, quien cumple la función de arquero en el equipo, la solidaridad y el respeto priman como valores del deporte. Expresa, además, que el programa de deporte escolar "es un certamen espectacular, donde conocen otras culturas, se reencuentran con otros departamentos como Quindío, con quienes ya habían jugado anteriormente", concluye.

Ahora están dentro de los favoritos para ganar la prejuvenil en la final nacional Supérate Intercolegiados en Boyacá.