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El 7 de diciembre es una fecha de por sí importante en Colombia. En La Gloria, municipio del departamento del Cesar, este día se vive de otra manera. La jornada comienza más temprano de lo normal.

En La Gloria, la paz es un anh

La de este miércoles fue una celebración por todo lo alto. La comunidad se preparó para disfrutar de las competencias de río en el marco de los XXIV Juegos Deportivos Social Comunitarios por la Paz.

Lo primero fue el recibimiento a la delegación de Coldeportes compuesta por delegados, jueces y el equipo de prensa, que partió desde Ocaña a las 3:30 de la madrugada para registrar y disfrutar de la programación. Como anfitriones que se respeten, los dueños de casa les brindaron a los visitantes un suculento desayuno compuesto de pescado y yuca. Vital para aguantar la ardua jornada.

Con la aparición del sol, llegó la primera prueba. Nada más y nada menos que natación en las aguas del crecido río Magdalena. Jóvenes y adultos se atrevieron a sumergirse. Nadaron por aproximadamente 100 metros. Algunos no lograron terminar la prueba por la fuerza de la corriente.

El clima se convirtió en un aliado estratégico. El marco no podía ser mejor. Hermosos paisajes, el sonido de la naturaleza amenizando las actividades y la participación masiva de la población.

El siguiente turno fue para el canotaje. En parejas tuvieron que remar por varios minutos con el aliento de las personas desde la costa. Reñida competencia en la que ganó la experiencia por encima de la fuerza.

El cierre estuvo a cargo de una actividad que en la cotidianidad es el sustento de las familias que habitan en La Gloria. La atarraya, herramienta con la que se pesca en las aguas del Magdalena. Un espectáculo en todo el sentido de la palabra.

Sonrisas, amistad, complicidad y festejo, los ingredientes que permitieron cambiar la monotonía en este municipio, un pedazo de Colombia en el que también abunda el talento y anhelan la llegada de la paz.