Ministerio del Deporte

Ángel Hernández Recalde, la noche de este viernes, se fue con dos oros colgados en su cuello después de finalizar las competencias de Gimnasia Trampolín en los XVIII Juegos Bolivarianos. La primera presea dorada llegó con la modalidad de Sincronizado y la segunda en Individual.

Su salida inicial a escena fue con su compañero Álvaro Calero, la clave de esa presentación era la precisión, ser como espejos, el reflejo uno del otro: "Más que verse es oírse, escuchar a tu compañero. Se nos dificultó un poco porque la afición gritaba mucho y fue muy complicado pero todo salió como esperábamos", así explicó Ángel Hernández después de una rutina impecable que les dio el oro.

Es el resultado de un arduo trabajo de entrenamiento, que comienza con dos horas en la mañana con rutinas sencillas y dos en la tarde con las más complejas, además de una hora de físico. Eso conjugado con la confianza en el otro, y como él mismo dice: escuchar al compañero.

El atleta de 22 años mejor público no pudo tener, un pueblo samario congregado para animar a todas las delegaciones pero con un grito adicional por la colombiana: "He tenido los pelos de punta, nunca había vivido una ovación tan grande. Me hicieron sentir muy familiar como si estuvieran conmigo en todo momento, entonces muy contento", afirmó emocionado el gimnasta.

Él les devolvió ese cariño y ánimo al final de la jornada en el Coliseo Menor. La noche del viernes la cerró literalmente con broche de oro. Fue el último en pasar a la cama elástica. Se colgó el metal dorado en sus primeros Bolivarianos, dejando extasiado al público asistente que se fundió en un solo aplauso.

La gimnasia colombiana se despidió por todo lo alto en estos XVIII Juegos Bolivarianos, la Rítmica le dio al país 6 medallas de oro, 1 de plata y 2 de bronce, mientras que Trampolín otorgó al medallero 2 preseas doradas.