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La puntería y el pulso estuvieron del lado de la Selección Colombia de Tiro con Arco que participó en la Copa Mundo de la disciplina, certamen que tuvo lugar en Medellín y en el que los anfitriones terminaron segundos en el medallero general con tres oros, superados únicamente por los representantes de Corea, que sumaron cuatro metales dorados y uno de bronce.

Colombianos, finos en el podio

Una de las gratas noticias que dejó el certamen fue la superioridad de los locales sobre los representantes de Estados Unidos, que cerraron el podio con un total de dos oros y tres bronces. Las medallas para el equipo nacional llegaron en las pruebas de arco compuesto femenino individual, equipos compuesto femenino y equipos compuesto mixto, donde se destacó de gran manera la risaraldense Sara López con un triplete histórico para el país.

"Estos resultados reflejan el crecimiento del tiro con arco en nuestro país y evidencian el gran nivel de nuestros deportistas en cabeza de Sara López. Los sentimientos, al igual que los números, son muy positivos para todos", expresó Andrés Botero Phillipsbourne, director de Coldeportes y quien acompañó el evento durante todo el fin de semana.

Las justas, celebradas por cuarta vez consecutiva en la capital de Antioquia y apoyadas por Coldeportes, evidenciaron el nivel de López, estudiante de medicina y una de las más destacadas exponentes de este deporte en el ámbito internacional, quien dejó en el camino en la prueba individual a la estadounidense Crystal Gauvin tras igualar 146-146 y definir con el lanzamiento de una flecha de desempate.

López se impuso también en equipos compuesto femenino junto a sus compañeras Alejandra Usquiano y Aura María Bravo, lo que significó un triunfo frente al combinado de Estados Unidos por marcador de 229-222.

En equipo con Daniel Muñoz en la prueba por equipos compuesto mixto y tras imponerse en una cerrada final 157-156 a la dupla italiana conformada por Marcella Tonioli y Federico Pagnoni, Sara volvió a celebrar y le puso su sello al certamen en el que los anfitriones hicieron respetar su casa, que brilló con luz propia en un marco digno para una competición de esta magnitud.