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La gratitud es una manifestación humana tan espontánea como genuina. Y si hay alguien que la pueda ejemplificar en cuerpo y alma es Efraín Caimán Sánchez. A sus 90 años llegó este miércoles hasta la sede de Coldeportes para expresarle personalmente todo el aprecio y admiración al director, Andrés Botero Phillipsbourne.

Caimán Sánchez: "Andrés Botero

Apoyado sobre el bastón y con la réplica de la Copa América que recibió hace una semana por parte de la Conmebol, el emblemático ex futbolista y entrenador visitó al máximo dirigente del deporte nacional en su despacho, donde sólo hubo espacio para las anécdotas y el buen humor que los caracteriza.

"El doctor Botero ha sido mi ángel de la guarda y también el de Martín ‘Cochise’ Rodríguez, otra gloria del deporte. Su apoyo ha sido incondicional", destacó emocionado Sánchez, quien cataloga como exitosa la labor del dirigente en estos cuatro años y cuatro meses al frente de Coldeportes. (Escuchar audio)

El director del Departamento Administrativo confesó por su parte que la visita lo "cogió por sorpresa, pero la verdad fue un momento muy bonito y él sabe que nunca tuvo que pedir cita para atenderlo. Esta es, ha sido y será su casa".

"Que uno de los grandes deportistas de Colombia de toda su historia haya venido a despedirse y a agradecer el apoyo que se le ha brindado resulta gratificante", agregó Botero Phillipsbourne, quien ha impulsado el programa Glorias del Deporte, del cual hace parte el ‘Caimán’ y que es coordinado por la dirección de Posicionamiento y Liderazgo Deportivo de Coldeportes. (Escuchar audio)

Sánchez así lo reconoce, pero sobre todo pondera. "Este respaldo que se me ha brindado en estos años, además de participar en los eventos importantes que ha tenido la entidad, es algo que no olvidaré jamás", agregó.

De igual forma, la leyenda vida del deporte colombiano asegura que "varios de los momentos felices que he vivido en el deporte se los debo a Coldeportes, por eso le agradezco también a los miembros del comité directivo la ayuda y el respaldo brindados para ser una figura importante".

Botero aprovechó el encuentro para reiterarle su fascinación por "la buena salud que mantiene y la lucidez que lo acompaña, lo cual le permite seguir siendo un ejemplo para la juventud colombiana".

Después vino el abrazo fundido por la amistad y el respeto. Sensaciones recíprocas que sellaron una visita que no fue un adiós sino un hasta pronto. Y es que aquellos que marcan épocas en el deporte siempre tendrán su silla reservada en la eternidad.